yami

Atem, conocido como Yami o simplemente como Faraón, se podría considerar el alter-ego de Yūgi. Atem es en realidad es el espíritu de un antiguo faraón egipcio encerrado en el rompecabezas del milenio el cuál venció al mal en el juego conocido como Juego de las Sombras, el cuál era igual que el Duelo de Monstruos, pero aquí los monstruos eran reales. Atem no sabe nada sobre su pasado de faraón, por lo que Yūgi decide ayudarlo a encontrar sus memorias perdidas. Es valiente, listo, sabio y solidario, aunque suele obsesionarse con la victoria, habiendo llegado incluso a arriesgar la vida de Seto Kaiba y el alma de Yuugi por eso. Su carta favorita es el Mago Oscuro. Desconoce que en el pasado, cuando los monstruos de las cartas eran reales, Mahad era su discípulo más fiel, y decidió fusionar su alma con la del Mago de las Ilusiones (actualmente llamado Mago Oscuro) para poder servir por siempre al faraón.

Al principio del manga, Atem muestra una personalidad oscura, imponiendo castigos muy crueles a quienes perdían contra él. Sin embargo, en el juego contra Bakura logra finalmente conectar su mente a la de Yūgi, por lo que esa oscuridad desaperece.



Respecto al mundo real, Yami no siente ninguna atracción por ninguna chica, a pesar de que hay quienes debaten que tiene ciertos sentimientos por Anzu. Ni en el anime o el manga da señales de estar interesado más allá de una amistad, pues su prioridad es proteger a Yūgi de todo aquello que pueda hacerle daño. Su mente es una auténtico laberinto como se reveló cuando el poseedor de la llave del milenio, Shaadi, intentó entrar en su mente, llena de trampas sólo pudo salir gracias a la ayuda del verdadero Yugi sin descubrir nada.